La importancia de una detox en el cambio de estación

Hay varios momentos en el año y en la vida donde es muy importante plantearse seriamente hacer una dieta detox (y mejor todavía si es una detox de líquidos o semi-líquida). Y sin duda el final del verano es uno ellos. Esto es muy importante primero para reponer todos los nutrientes que nuestro cuerpo ha ido perdiendo por el efecto oxidativo del sol y el calor en estos meses. Es fundamental darle al cuerpo un chute de antioxidantes que frene esta oxidación y refuerce nuestro sistema inmune antes de que empiecen a bajar las temperaturas. Además, al igual que con el cambio de estación preparamos nuestro armario para la llegada del frío también deberíamos prepararnos con un refuerzo en la dieta. Y no hay mejor refuerzo para ponernos a punto que hacer una limpieza (detox) que elimine las posibles toxinas acumuladas de los excesos de las vacaciones. Además hay muchas personas que durante el verano no han aumentado todo lo necesario su ingesta de líquidos y aunque no son conscientes sus órganos se han estresado mucho por sufrir constantemente episodios de deshidratación leve. ¿Hacen falta más razones para tomarnos unos días para mimar nuestro cuerpo con líquidos especiales y super-antioxidantes? Pues hay otras buenas razones…

 

Ventajas de los líquidos versus los sólidos

Nuestro aparato digestivo soporta cada día una considerable carga de trabajo debido a las complicadas combinaciones de alimentos que debe intentar digerir cada día. Eso sin entrar en los alimentos basura o procesados (que muchos toman casi a diario) y que nos llenan el sistema de residuos, grasas peligrosas y aditivos químicos. Así que cuando hacemos una comida líquida ayudamos a nuestro cuerpo con su digestión dándole un respiro en su inacabable tarea diaria. Pero además, tomar frutas o verduras en forma de zumo o licuado tiene otras ventajas brutales: Estamos ayudando a que nuestro cuerpo absorba cada nutriente de forma más eficiente que cuando está en el alimento sólido. Os pongo un ejemplo: cuando tomamos, por ejemplo una raíz como la zanahoria, nuestro cuerpo tiene que trabajar bastante para extraer sus vitaminas y minerales, y sin embargo esos nutrientes licuados son mejor asimilados y encima el cuerpo lo hace inmediatamente y sin grandes esfuerzos. Además resulta muy difícil comerse el equivalente en nutrientes de medio litro de licuado de zanahoria en su formato original ¿Por qué? Pues porque necesitaríamos más de 1 kilo de zanahorias y estar masticando durante una hora 😀 Así que incluir un licuado cada día en nuestro desayuno es una forma excelente de asegurarnos nuestras raciones de vitaminas y minerales diarias independientemente de lo que comamos en el día. Si lo que queremos es una comida completa líquida perfecta entonces lo apropiado sería un batido que nos va a aportar todas las fibras de las verduras y frutas, y donde podemos incluir proteínas en polvo, semillas para los grasos esenciales como el omega 3 o superalimentos especiales en polvo para aumentar todavía más el contenido de nutrientes.

Y también tenemos que tener en cuenta el poder curativo-terapéutico de los zumos cuando hagamos combinaciones: Por ejemplo si no podemos dormir, bastará añadir al licuado la parte blanca y crujiente de la lechuga. O si tenemos dolores musculares un zumo de piña fresco los atenuará. También podemos probar con un batido de plátano cuando nos duela la cabeza. Y nada mejor para la cistitis que un zumo de arándanos.

Sacarles el máximo partido a tus zumos y batidos

A la hora de tomar los zumos o licuados hay ciertas reglas que nos permitirán aprovechar todas sus posibilidades sin perder ninguna de sus cualidades. Siempre que podamos deberíamos intentar tomar los zumos o batidos recién hechos, ya que al contacto con la luz, calor o el aire en poco tiempo empieza un proceso oxidativo que da lugar a una importante pérdida de vitaminas y minerales. De no poder tomarse inmediatamente es conveniente añadirles unas gotitas de limón para retrasar la oxidación, guardarlos en una botella opaca para que no les dé la luz y a ser posible meterlo en la nevera. Es también sería bueno, sobre todo en el caso de los zumos, tomarlos con el estómago vacío para absorber mejor todos sus nutrientes.  Y de alternarlos con algunas de las comidas principales, será mejor tomarlos al principio, como aperitivo, dejando un intervalo de al menos veinte minutos antes de comenzar a ingerir alimentos. En el caso de los zumos con pulpa o batidos, no está de más “masticarlos” un poco antes de tragarlos, ya que así se mezclará con las enzimas digestivas de la saliva. El mejor momento para tomar un zumo es sin duda la mañana. No hay nada más positivo que empezar el día limpiándonos el estómago de los restos del día anterior. Además, tras una noche de sueño con varias horas donde nuestro cuerpo no recibe líquidos nuestro cuerpo necesita rehidratarse y una bebida con cafeína o teína no es la mejor opción. Acostumbrándonos a tomar un gran zumo o batido cada mañana, lograremos juntar todo la energía que necesitamos para enfrentarnos a una larga jornada (y a medio plazo es mucho más efectivo que tomar bebidas excitantes).

¿Cuándo depurarnos?

Los zumos se vienen usando desde hace ya décadas como una opción muy efectiva para limpiarnos por dentro, ya que entre otras cosas sus propiedades diuréticas nos ayudan a eliminar toxinas. Se pueden establecer diferentes periodos en el año donde reservar unos días de ayuno de líquidos que renueve nuestro cuerpo. Otra opción sería dejar un día a la semana o cada 2 semanas para tomar líquidos, y así limpiarnos de ciertos excesos y mejorar nuestro tránsito intestinal. Si lo que queremos es deshacernos de algunos kilos acumulados, una forma poco agresiva de hacerlo es sustituir las cenas por sopas o batidos, ya que son altamente saciantes y contienen pocas calorías. Y son las cenas las calorías más inútiles del día que es cuando no vamos ya a realizar ninguna actividad.

Trucos para optimizar tu cocina líquida

Para preparar los mejores batidos, zumos o licuados sólo hay que seguir unas sencillas reglas.

  • Proveerse de frutas y verduras de temporada, que estén lo suficientemente maduras y a ser posible que provengan de cultivos biológicos. Chequear siempre la textura (dureza, maduración) y el aroma.
  • No limitarnos a las frutas y verduras que conocemos, y darles una oportunidad a raíces, germinados, frutos secos o especias….
  • Nunca utilizar azúcar en su elaboración para respetar al máximo su dulzor natural. Si la fruta está madura no hará falta añadirle nada y si nos gustan los batidos extra-dulces o hemos usado verdura amarga y queremos camuflarla podemos usar siropes de cereales, arce o agave así como concentrados de manzana o pera como una alternativa saludable.
  • Si no utilizamos frutas y verduras biológicas pero queremos usar la piel (como en el caso de la manzana que tiene unas propiedades antioxidantes muy valiosas) podemos lavar la verdura con vinagre de manzana o bicarbonato sódico.
  • Añadirles hierbas frescas, incrementará sus propiedades ya que estas entre otras cosas son digestivas, diuréticas y estimulantes. Si estamos intentando desintoxicarnos añadir un poco de jengibre fresco a nuestros zumos facilitará la tarea.
  • Se puede reservar la pulpa sobrante de los licuados para preparar otros platos como por ejemplo, tartas, galletas, hamburguesas vegetales…

¿Qué máquinas necesito?

Ahí va una lista con algunos aparatos que os pueden hacer falta en vuestra cocina líquida:

  • Un exprimidor manual o eléctrico, para extraer el zumo de los cítricos si sois muy fans de los zumos de naranja por la mañana (o de pomelo, mandarina, limón…).
  • Una batidora de mano, para hacer batidos y sopas (frías o calientes). Es la opción más económica y la que ocupará menos espacio en vuestra cocina pero si no es muy potente no dejará un resultado homogéneo (sin tropezones).
  • Una batidora de vaso. Es más eficiente que la de mano y además permite trabajar de forma más limpia (evita salpicaduras). Es además más fácil ir añadiendo ingredientes y líquido para dar con la receta perfecta (de batido o sopa). Es importante elegir máquinas con bastante potencia si queremos usarla para además hacer sorbetes de frutas, granizados o leches vegetales.
  • Una licuadora o extractor de zumos que os servirá para extraer los jugos de la fibra de frutas o vegetales separando su fibra. De esta máquina se pueden encontrar opciones muy económicas y pequeñas hasta algunas mucho más sofisticadas y enormes. A evitar con ellas frutas como el plátano o el aguacate ya que carecen de zumo.
  • Un extractor lento de zumos (Slowjuicer): Es la versión avanzada y mejorada de la licuadora y también bastante más costosa (aunque también aquí se puede encontrar un amplio rango de precios y ofertas interesantes). Es la mejor opción para hacer licuados perfectos porque procesa frutas y verduras a unas revoluciones muy bajas, con lo cual no genera calor ni mezcla demasiado el zumo con el oxígeno, preservando mejor todas sus propiedades y durante más tiempo. 

 

 

Ejemplos de tipos de detox que puedes hacer:

(pincha en las fotos para ir a los enlaces) 

Cartel Detox 3 dias

 

 

 

 

 

 

 

 

Plan detox 5 días

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DETOX

 

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