Los primeros fósiles de mango se encontraron en el norte de la india y datan de tiempos prehistóricos, lo que significa que este fruto es casi tan antiguo como el mundo. Desde la India, país donde el mango tiene un carácter casi sagrado, su cultivo fue extendiéndose por toda Asia y de ahí pasaría a América haciéndose un alimento casi imprescindible en países como Brasil. Aterrizó en nuestro país en las Islas Canarias en los años 70 y no llegó hasta el sur de la península hasta 10 años más tarde. Hoy en día gracias al particular microclima de regiones como málaga o granada la producción se ha multiplicado con tanto éxito que España ya cubre una parte importante de las necesidades del mercado europeo.

Antioxidante y vitamínico

MangosSi repasamos sus cualidades antioxidantes entenderemos porqué es una de las frutas reina del verano. Para empezar es una fruta que rebosa vitamina C lo que la convierte en una excelente alternativa a los cítricos o los kiwis. Esto potencia también la absorción de su gran contenido en hierro y la hace ideal para tratar anemias ferropénicas. De ahí que las mujeres indias lo consuman más durante los días de su menstruación. En los meses de verano que debemos reforzar la salud de nuestra piel y cabello, su alto contenido en vitamina A, justifica que su presencia sea al menos semanal en nuestra dieta. Con respecto a sus propiedades anticancerígenas, según algunos estudios, los polifenoles del mango se han probado muy efectivos para prevenir o parar el avance de células cancerígenas en el colon y las mamas, siendo menos potentes para frenar otros tipos de cánceres. Además, deben tenerlo muy en cuenta aquellos que realicen regímenes hipocalóricos ya que su alto contenido en potasio le confiere propiedades diuréticas y por su gran aporte de fibra va a lograr saciarnos mejor que otras frutas veraniegas. Una fibra que también juega un papel importante en la reducción de nuestras tasas de colesterol. Y gracias a sus valiosas enzimas, muy similares a las de la papaya, se trata de una fruta muy digestiva que se puede utilizar de suave laxante. Por esto aquellos que padezcan episodios puntuales de diarrea deberían medir más su consumo.

 

Recuadro nutricional: Mango fresco (100 g)

  

ELEMENTO

CONTENIDO

% CDR
Calorías 65
Fibra 1,8 g 7
Vitamina C 27,7 mg 46
Vitamina A 765 iu 15
Vitamina B6 0,1 mg 7
Vitamina E 1,1 mg 6
Vitamina K 4,2 mcg 5
Potasio    156  mg 4

 

Cocina con aires tropicales: El sabroso mango

 Hay pocas frutas tan agradecidas para elaborar postres como el mango ya que su presencia va a mejorar enormemente el sabor de ensaladas de frutas, batidos, helados, mermeladas y tartas. Es importante escoger los ejemplares que desprendan algo de olor, no estén demasiado arrugados y manchados y que cedan ligeramente a la presión de los dedos. Si aún siguiendo estas recomendaciones compramos un mango con poco sabor podemos potenciar un poco su sabor rociándolo con unas gotas de zumo de limón. Además, los ejemplares menos maduros en lugar de postres podemos usarlos como si fueran verdura y usarlos en salteados o incluso asarlos. Una buena idea en el caso de los mangos menos dulces es pelarlos, cortarlos en tiras y adobarlos un poco en una mezcla con vinagre, ajos picados y las especias que más nos gusten. Esto además de aromatizarlos, ablandará sus fibras, volviéndolos más tiernos. Verdes y marinados o maduros podemos utilizarlos para mejorar nuestras ensaladas de verano combinados con hojas verdes crujientes y frutos secos tostados que le dará un contraste muy bueno. Y si tenemos la oportunidad de pasar por una tienda de alimentación asiática no debemos dejar de comprar un aderezo de mango seco y en polvo, totalmente desconocido en la gastronomía europea, que merece ser probado ya que va a dar un punto ácido y refrescante a nuestras salsas y aliños más innovadores.

 

mango-chutneyChutney de mango y cebolla

Podemos utilizar esta deliciosa salsa agridulce para acompañar nuestras proteínas vegetales, platos de cereales o para untar en nuestras tostas y sandwiches.

 

Ingredientes

     

  • 2 mangos duros
  • 1 cebolla blanca o roja
  • 4 cucharadas de azúcar de coco o sirope de agave
  • Medio vasito de vinagre de manzana bio
  • 1 trocito pequeño de jengibre fresco
  • Media cucharadita de nuez moscada
  • Aceite de semillas no refinado

 
Elaboración

Picamos el mango pelado en cubitos y la cebolla en trocitos pequeños. Pochamos primero la cebolla con el jengibre rallado unos minutos. Le agregamos el mango, el azúcar moreno, la nuez moscada y el vinagre de manzana. Tapamos y dejamos a fuego suave unos minutos. Le añadimos medio vaso de agua, y dejamos reducir, removiendo para que no se pegue, hasta que el mango esté blandito y el líquido haya espesado un poco. Dejamos enfriar antes de comer.
 

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