¿Están tus cereales en paquetes o botes herméticos?

Debes saber que el aire les sienta fatal.

¿Están tus semillas al abrigo de la luz y el calor?

A sus ácidos grasos esenciales les gusta la oscuridad y el frescor seco.

¿Te has fijado si alguna de tus latas tiene más años que tú?

Recuerda que no corremos normalmente riesgo de ataques nucleares y eso de acumular comida no suele hacer  falta….

¿Tienes ingredientes que odias pero que sigues resistiéndote a regalar o tirar?

Es hora de hacer un donativo alimenticio a tus seres queridos.

¿Sigues comprando el mismo alimento una y otra vez porque nunca recuerdas si te queda en la despensa?

Quizás deberías comprarte una pizarra o empezar a usar listas de la compra eficientes.

¿Tienes especias caducadas y resecas que ya no tienen ni sabor ni propiedades y que en cualquier caso nunca usas?

… Despídete de ellas y dales sepultura en tu cubo de basura.

 

Resumiendo….  ¡Es hora de limpiar tu despensa!

Haz además inventario y así sabrás a que dar salida antes y que hace o no hace falta que compres. Aprovecha para desprenderte de productos poco recomendables para tu salud y darles un adiós definitivo.

Después podrás llenar en condiciones tu despensa de sabores nuevos y vida ♥

 

 

 

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